Eso dice el refranero popular de mi tierra, que no viene a decir otra cosa que lo que todos sabemos, “más vale un lápiz corto que una memoria larga”. La memoria es volátil, pero lo que queda escrito sobre un papel, no.
Y es que Internet, pese a ser una avalancha de temas fugaces que vienen y desaparecen dejando millones de expertos de un día en la cuneta sin nada que comentar al día siguiente y obligando a todos los cuñados a cambiar su sapiencia también casi diariamente, no deja de ser la mayor hemeroteca del mundo. Sigue leyendo