En primer lugar -como no podría ser de otra manera-, reconozco y aplaudo su derecho a huelga. Sin embargo, visto que se han convocado 24 días de huelga en 3 meses consecutivos, debo apelar ahora a su responsabilidad. Como sabrá, la gallina de los huevos de oro (o bronce) de España es el turismo. Algún ser inteligente sin cerebro ya pensó en su día que esa era una apuesta adecuada, lamentablemente. Como sabrá, los períodos en que se incrementa el turismo son los vacacionales y a la vez en los que usted, como jefecillo del trasto con capacidad de transportar humanos, tiene más poder. Por esto, le quiero hacer unas aclaraciones, para que no se le olviden nunca:
1. El hecho de que un turista quiera coger su avión, o uno de su compañía, NO es porque su avión es muy cómodo, muy rápido o huele muy bien. Le aseguro que tampoco lo será por el número de aceitunas que pone en el platito. Resulta que es porque le gusta o espera que le guste el destino o la experiencia que le hagamos pasar, que en inicio se parece al disfrute de su tiempo de descanso. Esto se consigue gracias al ineficaz y malogrado presupuesto de la parte pública y privada en atraer a turistas, pero a veces sorprendentemente, funciona.
2. Usted no es más que una parte de la cadena. Elija si desea aportar valor o no.
3. Tenga claro que cuando el turista -o yo- pueda eliminarle de esa cadena -mediante otro medio de transporte o su competencia- lo haré sin contemplaciones. La elección también es un derecho intrínseco a cualquier persona, también sus clientes.
4. Insisto, pese a la defensa de sus derechos. Ahora mismo está usted ayudando a crear una imagen de España de mierda. Si ya no sabemos donde apuntar gracias a la ineptitud de gran parte de la clase política alta, sólo falta que usted ayude a la decisión externa de donde NO ir.
5. Cuando algún familiar, amigo, vecino o similar quede en el paro por el corte del flujo turístico, espero que sepa que seremos los locales los que -gracias, en parte, a su gran ayuda- habremos disminuido nuestro poder adquisitivo y no podremos costear nuestras vacaciones y viajes. A la vez, le recuerdo que es usted parte de la cadena interesada en que esto se produzca.
6. El hecho de que su compañía desee hacerle la competencia a su propia competencia con nuevas líneas de negocio no es más que una decisión estratégica para invalidar la indefensión en la que ahora se encuentra su compañía. La misma por la que usted está contratado. Vele también por los intereses de su empleador, le interesa.
7. Tenga en cuenta que vivimos en un mundo redondo y global. Aproveche su status, disfrútelo. Acepte cambios. Negócielos. Si se bloquea, bloqueará toda la cadena, se romperá por su eslabón y su empleador se verá forzado -más aún- a emplearle con criterios más severos de rentabilidad.
8. Guarde sus derechos, siempre, pero nunca compatibilice esa salvaguarda con el desarrollo de la metástasis que usted mismo está provocando. O en su defecto le recomiendo que lea «Crónica de una muerte anunciada». Con el título puede bastarle para ahorrarse un buen dineral en brujos y adivinas para saber como le irá.
Espero que replantee su posición y tenga en cuenta que, por corresponsabilidad, no es el único afectado por sus decisiones. Sepa que jamás serán triviales, ni siquiera para usted mismo.
A nadie le va mal durante mucho tiempo sin que él mismo tenga la culpa.
Michel Eyquem de Montaigne (1533-1592) Escritor y filósofo francés.
Me ha parecido muy interesante este post. Y que te guste el Jazz Vocal también. 🙂
A mi también tu blog, así que te tengo cazada!
Gracias por molestarte en comentar en mi blog 😉
Ah, si? Me alegro! 🙂
Ninguna molestia, al contrario!
jajajaja… gracias nuevamente!
Nos leemos 😉